babucigus

lunes, 23 de marzo de 2009

Artículo de Antonio

EL CAMBIO

No crean que les voy a dar la brasa con el resultado de las elecciones de ayer Domingo, no, para nada. Aunque vaya tela las caritas de algunos que llevan gobernando en el País Vasco todos los años de la democracia…
Pero les he prometido que no les voy a hablar de ese tema y no lo voy a hacer. Por cierto ¿Zapatero ha hablado poco del resultado de las elecciones o es que yo no lo he oído?
Bueno, vale, de acuerdo, que no hablo del resultado; pero vaya la carita de Pepiño hablando de lo de Galicia, un poema oiga…
En fin, que lo he prometido y no me voy a meter en faena pos electoral, lo dejaremos para otra ocasión, probablemente para Junio. Lo del cambio no lo estoy diciendo por lo que ha surgido de las urnas, no, el cambio al que me refiero es el que hemos sufrido todos nosotros en muy poco tiempo, tan poco que si lo viéramos proyectado en alguna pantalla de cine o televisión nos quedaríamos con las patitas muy colgando y la boca tan abierta como un acordeón tocado por un manco.
- ¿Y qué es lo que hemos cambiado tan rápido que le asombra tanto?
- Pues lo que a continuación les detallo:
Cambiamos la teta por el “bibi” y el “bibi” por los “bris” de la farmacia que son muy cómodos y además no son tan caros. Cambiamos la batidora por los potitos de Nutribén y los potitos por los “macnague” de pollo. Cambiamos las “tatas” por las abuelas y las asistentas de casa por la tienda del congelado.
Cambiamos el Diane 6 y el Land Rover por un Nissan Patrol de segunda mano mu güenecito y el Nissan por un Toyota Land Cruiser al que tuvimos que ampliar la puerta de la cochera para que entrara. La cochera la cambiamos por el garaje subterráneo y el corral de toda la vida por el sótano de la “acosada”, que es muy americano y sale mucho en las películas de la tele. La tele la cambiamos por el plasma y el plasma por el cañón con el “surraun”. El video lo cambiamos por el deuvedé y el deuvedé por el disco duro externo con cuatro mil películas mangadas en el emule. Cambiamos el butano por las vitrocerámicas y éstas por las de inducción. Cambiamos la minipimer por la termomix y el cacito de calentar el café por el microondas. Cambiamos la bañera de toda la vida por el jacuzzi y los jacuzzi (los cuales nos dimos cuenta que no servían ni para eso) por las duchas de hidromasaje con radio incluida.
Cambiamos las faenas del campo por la ladrillería y el propio suelo rústico por suelo urbanizable. Cambiamos la navaja y el tocino por la pala y el tenedor del pescado y el olivo de media mañana por las largas sobremesas de Jaylu. Cambiamos el tinto Savin por Pago de Carraovejas y la botella de las estrellas por la magnum de litro y medio. Cambiamos la tienda de la jilguera por el Mercadona y los garbanzos por el Burguer King, las lentejas por los precocinados y el puchero por los langostinos. Al ditero lo cambiamos por la tarjeta del Cortinglés y cambiamos el meter dinerito en la cartilla de la caja de ahorros por el tasador que nos ampliará la hipoteca para así seguir gastando. Cambiamos el plazo fijo por las acciones de la bolsa y las acciones de toda la vida por los nuevos productos financieros de alta rentabilidad.
Cambiamos el camión de viajeros (o el autobús) por un coche para todos los hermanos. El coche de todos los hermanos lo cambiamos por un coche para cada uno, claro, y el milquinientos de mi padre se convirtió automáticamente en unFordfiesta unfiatuno unseatibiza unopelcorsa unpeugeot205. Coño que hasta las babuchitas de la abuela la cambiamos por un cochecito de esos sin carné para que fuera al consultorio por los cartones de las medicinas.
Cambiamos Chipiona por el “todoincluido” de la Riviera Maya y la Canoa de Punta Umbría por un crucero de Pullmantur. Cambiamos la colchoneta playera por el barquito para pescar y no nos pusimos Magallanes de apellido de puro milagro. Cambiamos el veraneo por las vacaciones y con ello algunas hasta cambiaron la gravedad por la silicona, que hay que pasear palmito y estar monísimas para las fiestas de la noche “au bord de la mer”.
Cambiamos concejales y alcaldes por amor al arte por personajes de 3.000 euros al mes para cada uno de los 4 liberados, de media, en todos los ayuntamientos rurales de España. Cambiamos la creencia de que Notaría era la carrera más rentable de todas las que se cursaban y nos dimos cuenta que, sin estudiar nada, en política se puede hacer una carrera de cojones.
En fin, que hemos cambiado tanto en tan poco tiempo que creo que incluso a nuestras madres podría costarle bastante trabajo reconocernos. ¿¿Y creen Uds. que la crisis se arregla en el 2010?? Pues les dejo un trocito del tango que dice tantas cosas en su estribillo…
Volver...
con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir...
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez...


Tercera epístola de la era de la crisis.

Antonio Castaño Juncá