babucigus

jueves, 30 de octubre de 2008

Fin de semana en el Rocío





Este próximo fin de semana del 1 de Noviembre, vamos a vernos en la casa que Damian, Gracia, Fernando, y Carmen, Paco y Loreto, Guillermo y Manolo y Nati tienen en el Rocío.
Gracia como responsable de ella ha querido invitar a nuestra reunión para que pasemos un fin de semana para recordarlo.
Ponerse en contacto con ella para saber cuantos vamos.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Articulo de Antonio Castaño



Gracias de nuevo por tu espléndido artículo.
C.C.
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Osé dibujarte y me faltaron palabras…


Quieto bajo el frescor del olivo viejo y torpe, recostado y buscando en él ese regazo donde esperas que surjan cuentos inolvidables y antiguos; allí, justo en el momento donde el sol pasa a ser el dueño de las situaciones del día, te observo más callado que nunca, sintiendo esa brisa que viene de vuelta del mar y nos hace ser grumetes de segunda locos por navegar sobre un mar de viñas que se fueron con el sueño. La vigilante torre del Ariscal me sonríe y me busca entre las sombras sin encontrarme. Pero yo la veo, y veo desde esta altura ese punto blanco de Villanueva con ribetes de verde azahar, serpenteado de olvidados caminos que a tantos sitios llevaban. A tantos como esos pespuntes blancos que desde aquí se divisan sobre el inmenso dorado sin lustre de los girasoles gachos y quietos. Olivares del Conde Duque, Salteras de la Oliva, Albaida de la atalaya que otea al invasor que nunca volverá a subir a su Torremocha, Loreto colombino y Umbrete; Umbrete siempre marismeando.
Las perfectas líneas de cepas que se dibujan en esta suave bajada que tengo delante de mis pies, me recuerdan al enorme Habis que nos regaló la unción de bueyes para que lográramos este dibujo mágico. Los aromas que por aquí surten se mezclan entre sí y suponen más intensa la contemplación del paisaje. El viento se hace compañero por un segundo y empuja impetuoso el polvo que hace que cierre mis ojos y mire oscuramente hacia ningún lugar. Ha sido un momento, sólo un momento. Mis ojos se abren de nuevo y te vuelven a descubrir enorme, bello, suave, previsible, vividor.
Hoy el fondo musical es tan diferente al de ayer. Las chicharras se muestran exultantes, reventonas, con partitura original nunca oída antes. Al igual que los empeñosos grillos que acompasan incansables los sones, y el cigarrón que zumba, y el gorrión que pita, y la tórtola que arrulla, y el celeste pasar del aire que sisea en la orquilla del viejo olivo que debe estar cansado de que descargue tanta idiotez sobre él; ¡tan sabio y quieto!
Pita el tren y pasa tuntuneando por las vías, deprisa, despidiendo un acre sabor a hierro y carboncilla. El tren también forma parte de ti, pero está tan en ti, que parece que no pasa por ti. Y una estación varada, como goleta recostada en la bahía, sin pasajeros que esperasen ilusiones, ni llantos ni adioses desmedidos. Sólo una estación preciosa que parece que siempre está dormida.
Y una profunda cicatriz que cruza el embozo de tu paisaje, zigzagueando, caprichosamente. Dicen que es un fantasma llamado Pudio, río viejo que sólo lleva agua cuando tienes empapadas las entrañas. Un río romano para una tierra árabe, Aljarafe; un recuerdo sobre una esencia, un detalle, sólo un detalle parece esa cicatriz que imprime belleza adulta a esta imagen de ahora.
Y un cielo, válgame Dios, como podría definir el color suave de este cielo; un cielo para definir a una tierra que es un cielo; un cielo que se une en el horizonte sin ningún gesto forzado; un cielo tan celeste y limpio que parece un mar a punto de volcarse sobre mí. Un cielo como la mirada de un niño que juega sin prestar atención a nadie; un cielo que me gustaría tener cerca el día que me vaya de aquí. Este cielo es la vida de este paisaje, sin él no habría nada, ni siquiera moscas que te estorban y molestan continuamente en esta mañana que se va poniendo cada vez más caliente y borrosa.
Respiro hasta donde alcanza mi vista. Me incorporo y reparo en la Torre del Ariscal por si ella sigue buscando mi mirada. Le guiño un ojo y ella se ruboriza entre trozos de blanco caliche. Cojo mi bastón y alcanzo el camino que huye desde este preciso lugar tranquilo. Procuro pisar fuerte el polvo albarizo de este escueto sendero para tener la sensación de haber pasado por aquí, de haber sido de aquí y quizá, para que otro tenga la oportunidad, también, de recostarse bajo él, mi olivo viejo y torpe.
Desde allí no sólo se ve tu bella silueta aljarafeña; desde allí te puedes ver tú como una creación más de este bello rincón tan difícil de dibujar en una hoja blanca con palabras.
El calor arrecia y yo aprieto mi paso, ya casi he dejado de pertenecer al paisaje, el pueblo me abraza de nuevo y me lleva en volandas hasta la Alondra. Allí volverá a redimirme la tranquila cara de Angel cuando ponga, ante mis ojos llenos, una rubia cerveza que termine de dar gozo a esta productiva mañana.
Ojalá pronto alguien ocupe el tronco del viejo olivo; un olivo al que le queda por contar muchas y largas historias mirando al suave horizonte del Aljarafe…

Antonio Castaño Juncá.

viernes, 10 de octubre de 2008

Qué bonito ...





Comenzó el día desapacible con lluvia pero no fue impedimento para el almuerzo que hicimos en casa de nuestro amigo Manolo.
Entre el iberico y la paella, pasó la mañana, postres y copitas.
En la sobremesa estuvimos debatiendo los pormenores de la pasada feria, cosas a mejorar, etc.; entregaron las cuentas, magnificos gestores, pues fue la primera vez que nos devolvieron algunos euros.
Se llevó a cabo la entrega de poderes a los nuevos responsables del grupo; fue nombrado Presidente nuestro amigo Rafael León, en la Tesorería Joaquín León y en la Secretaría José Manuel Barba.
El Presidente dijo unas palabras de agradecimiento y ya dejó entrever algunas actividades para el nuevo curso.
Reservar la fecha del fin de semana del 20 de Diciembre para realizar viaje a Cádiz, ir preparando la Agenda.

C.C.