babucigus

domingo, 8 de junio de 2008

Reseñas III: Las piscinas

Fueron piscinas y veranos inolvidables, teníamos veinte y pocos años más o menos, frecuentábamos la Huerta los Descalzos, no habido agua más fría en una piscina, ¡qué agua más fría! era entrar y salir, no había quién pudiera aguantar cinco minutos, recordamos los campeonatos de ping-pong de la Huerta, donde casi siempre ganaban los mismos. No podemos olvidar los domingos en casa Morales de la ermita, la alberca, que gran morera sigues teniendo Mª Reyes, que buenas paellas hemos comidos sobre todo, como costumbre, el día de tu onomástica, la Virgen de los Reyes y “Muñí” dando vuelta por los naranjos, que trabajaba hasta los domingos. Tenemos que hablar del niño del médico, Rafael, que domingos aquellos, como anécdota, la tarde del Spidor de Pinto, no quiero exponer los pormenores, que los que estuvimos allí no se nos va a olvidar y por ultimo en casa de Carlos el de Ovidio, tomates aliñados, porrones de sangría corriendo por la piscina que Ovidio preparaba sin parar y siempre con la sonrisa, qué te echamos de menos, y por las tardes, las partidas de dados, “chichis”, interminables.


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